Movimientos literarios renovados que se desarrollaron en la primera mitad del siglo XX. La acepción primera de la palabra vanguardia pertenece al lenguaje militar. En Francia comienza a usarse aplicada a la política entre los socialistas utópicos hasta que adquiere, con Marx y Engels, el sentido de minoría esclarecida encargada de conducir la revolución.
Las Literaturas de Vanguardia surgen como una manifestación del rompimiento de cánones culturales establecidos con anterioridad. Florecieron después de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y fueron sucediéndose hasta el desencadenamiento del segundo conflicto bélico en 1939.
Vanguardismo: Término de carácter militar aplicado en Francia a un movimiento literario que da origen a sucesivos ismos (Dadaísmo, Cubismo, Surrealismo, Futurismo, Expresionismo, etc.) interrelacionados con las artes plásticas, la música, el cine, etc. Su denominador común es el carácter combativo y de ruptura con la tradición estética anterior (Realismo naturalista, Simbolismo, etc.) y el espíritu pionero en la búsqueda de nuevas formas de expresión artística y literaria: así como el deseo de liberación (y de rebeldía iconoclasta: Futurismo, Dadaísmo, Surrealismo) de las trabas morales, políticas y religiosas que impiden la emancipación y desarrollo integral del hombre. Dicho movimiento se desarrolla a partir de 1910 (Futurismo) y tiene su mayor auge en la década de los años veinte, aunque algunas de sus manifestaciones continúan en la década de los treinta y aún después de la Segunda Guerra Mundial. En cuanto al ámbito geográfico, se trata de una corriente internacionalista, que si en algunos casos se circunscribe a un espacio más reducido, en otros se extiende a una amplia comunidad lingüística (el Ultraísmo se produce en España y en otros países de habla hispana como Argentina, Uruguay, Chile, México, etc.), y en otros se desarrolla en países culturalmente tan dispares como Italia y Rusia. Finalmente, en el caso del Surrealismo, se trata de un fenómeno que se implanta en múltiples países de España y América.
Un rasgo común a los vanguardismos es la citada interrelación de artes plásticas, música, cine y creación literaria. Un ejemplo de esta interacción lo ofrece el Surrealismo, cuya producción abarca la lírica y la narrativa, la pintura, el cine, etc. Otro ejemplo significativo lo ofrece el Cubismo: los pintores Picasso, Braque, J. Gris, Metzinger conviven con poetas como Apollinaire, Cocteau, Salmon, Max Jacob y Reverdy, lo que explica el influjo de éstos sobre la estética cubista y las analogías entre ciertos poemas y ciertos cuadros de la mencionada estética. En cuanto a los géneros literarios, aunque la poesía es la más intensamente cultivada y donde se advierte una renovación mas llamativa, sin embargo, como se ha indicado a propósito del Surrealismo, también hay una notable creación teatral y narrativa.
Dentro de la corriente vanguardista se pueden tomar aquellos movimientos que surgen contra una corriente envejecida y proponen innovaciones radicales de contenido, lenguaje y actitud vital. Estos movimientos reciben el nombre de ismos, los cuales mencionaré a continuación:
Expresionismo
Cubismo
Futurismo
Dadaísmo
Ultraísmo
Creacionismo
Surrealismo
Estridentismo
Afrocubanismo
Movimiento de los antropófagos
Imaginismo
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